El verano nunca ha sido un buen momento para las series: la gente rompe con su rutina habitual, se va de vacaciones, o simplemente aprovecha para salir más a la calle. Por eso, tradicionalmente, las cadenas de televisión nunca han hecho sus grandes apuestas en estas fechas: había que esperar a septiembre-octubre (o casi hasta marzo, si hablamos de la midseason) para poder ver a los pesos pesados de las cadenas en pantalla. Pero, como bien sabemos, las cosas están cambiando: los hábitos de consumo poco tienen que ver con lo habitual hace unos años, y el panorama futuro se vislumbra aún más distinto. Y, si hay una serie capaz de salvar los inconvenientes que, a priori, se pueden desprender de este cambio de fechas, sin duda esa es Game of Thrones, el último gran fenómeno televisivo. ¿Qué, si no, iba a ser capaz de que, entre ola de calor y ola de calor no dejemos de repetir como un mantra eso de “Winter is Coming”? (más…)